Eran tiempos remotos, cuando en la tierra aun se guerreaba por pocas tierras y poder, cuando dulces princesas eran salvadas por guerreros, y dragones en Oriente eran cazados para comer, cuando en los montes de las cordilleras más altas del planeta, en una zona desolada, fría, y de gélidos vientos, un ermitaño residía allí donde nadie podía alcanzar el cielo como él. A kilómetros del pueblo más cercano, a una altitud de más de 9.000 metros de altura, y con temperaturas de entre 5 y 40 grados sobre y bajo cero respectivamente, el filósofo pensaba en su estudio, en la gran cueva construida en el interior de la montaña.
Una gran chimenea calentaba el ambiente húmedo por las ventanas abiertas, y tibio a la vez, mientras el sabio estaba sentado frente a su mesa de madera, llena de papeles, e iluminado vagamente por las lámparas de aceite. Su barba blanca, le llegaba por las rodillas, poblada, y suave, pero curtida en años de pensamiento, meditación, y descubrimiento de la mente y la psique humana.
Se quedo observando por la ventana de piedra el viento frío que soplaba en el valle, y las montañas imponentes que le observaban. El filósofo cerró sus ojos, abrió sus brazos mentalmente, -porque no olvidemos que el Mundo de los Filósofos, sabios, y pensadores, es el Mundo de la Mente, los Sueños y los Pensamientos-, y dejó que su alma cayese en ese Mundo que solo los hombres fuertes de Corazón Puro, y los grandes caballeros podrían soportar, como si de una batalla se tratase, y el hombre sabio, divagó, e hizo que su mente y pensamientos, dominasen su realidad material.
“Los Tiempos se repiten…una vez más…mientras la Humanidad aparece impasible, dormida, otra vez. ¿Cuándo despertaremos como Humanidad observando que el Universo está plagado de civilizaciones Humanas Multidimensionales?
Solo observo con los ojos de la mente, que pasado, presente, y futuro, es, una repetición humana, que el individuo no se digna ni tan siquiera a observar en su entorno, fiel Reflejo de sí, de Sí mismo.
-Observa el final de los tiempos-, me susurra el espíritu.
-¿Para que observar el final de los tiempos, si las repeticiones como humanidad, son en todo el tiempo observable, constantes?, ¿por qué observar algo que no puede acabar bien?-
-Porque el final nunca está escrito a no ser que nadie desee escribir su historia. Tú escribes tu historia en este lugar apartado, para que en tiempos futuros tus ideas sean leídas, pensadas, recapacitadas, e incluso dudadas. Observa el final de los tiempos-“.
Al abrir los ojos, el hombre se sonrió, a sí mismo, como quien sonríe a un niño cuando este ha sido conciente de una “señal” o casualidad en su camino. Cogió la pluma, mojó en el tintero y se propuso escribir, olvidándose por completo de quien era, donde estaba, y cual era su destino. Su mano no dejaba de escribir, apenas por dar tinta a esa pluma, que antaño perteneció a un halcón. Y sus pensamientos se apoderaron otra vez de él.
“El final dicen que no está escrito, que no se puede escribir algo que ya está escrito, pues el Universo tiene un plan, apenas inamovible por cualquier otra fuerza. El Organismo Familia Dios Padre y Madre, Padre e Hijo, Hermano entre sí, tiene un plan para el Universo inamovible. Todo tiene un inicio Omega y un final. Una renovación, un salto cuántico”.
Se aparto al ver la palabra nueva que había escrito el hombre sabio. “Cuántico, suena bien”, pensó.
“El Cuanto es algo muy parecido al ser humano, porque posee cierta información en su interior, y solo utiliza la información que percibe cuando la Conciencia se observa. Cuanta más Conciencia posea el Cuanto, más y mayor salto cuántico dará la mente y conciencia humana. Por ello el final no está escrito.
Fue el Organismo Familia, al hacerse Conciente en niveles inferiores de existencia, y dimensionalidad, cuando otorgó el Poder de escribir su propia historia, a los seres humanos de los Mundos habitados. Ellos, tendrían el Derecho de elegir su futuro, aun repitiéndose en la historia, solo habrá un final, y ese final nunca será llevado a cabo por el Universo Familia, si el Ser Humano como Humanidad, escribe su futuro por sí mismo”.
De repente la lumbre de la chimenea se apagó. El sabio se dio la vuelta y empezó a tener un sueño lúcido, pues no olvidemos que los hombres que viven retirados, posee un don o un poder, que nadie debe saber. Observó pues las imágenes que aparecían en la habitación en penumbra, y entre sombras del fuego de las lámparas de aceite.
Un Universo apareció ante él, flotando en el aire. Observaba el Sistema Solar, y los planetas, incluida la Tierra girando en su elipse. El sol brillaba como si fuese de verdad y se veían las estrellas a lo lejos. Entonces su vista se retiro, y el Sistema Solar empezó a alejarse, y fue a las estrellas.
Observó que al alejarse el astro de Marte, este tenía una claridad asombrosa, como la de la Tierra, con cielos azules, por el agua que poseía al igual que su hermana, y tras Marte, observó un cinturón de asteroides que bloqueaban aquella parte del Universo, y observó un “Velo”, puesto allí para que la Rebelión del Espíritu no se expandiera como un cáncer por todo el Organismo de Familia.
Y al observar a Júpiter y a Saturno, observó un astro rojizo que entraba en el Sistema Solar, trayendo en órbita consigo a dos antros más, los cuales no giraban alrededor de ese mini sol. El filósofo buscó en su memoria y encontró el Planeta de Nibiru con su luna, y su Estrella-sol de baja intensidad.
Cuando Plutón y Neptuno también se alejaron en el espacio el Universo que observaba estaba lleno de colores. Y entonces viajó en el espacio y en el tiempo, y los colores inmóviles en el cielo, se hicieron líneas de luz que pasaban a gran velocidad, hasta que la imagen se paró. Al girar, el filósofo se vio a sí mismo sonriéndose como un niño que sonríe al hacerse Conciente de una “señal” en su camino.
“El Camino no está escrito. Uno lo escribe al avanzar un paso. Pero conociéndose a sí mismo, uno sabe que puede permanecer físicamente inmóvil durante años, y avanzar tanto o más, que dando un paso físico.
Lo físico, acaba cuando la Conciencia observa que hay algo más sutil en su Entorno. Lo que avanza en la Tierra y en todos los Mundos habitados, no es lo físico, sino la mente humana la que Asciende...y Asciende consigo el Entorno.
Todo esta hecho de Mente. La Mente Evoluciona, se Transforma, se Expande, y Asciende, cuando es dirigido por la Conciencia Conciente, no por la conciencia Dormida. Ser conciencia conciente, significa ser Conciencia Despierta. Y una conciencia despierta, tiene la capacidad de coger su Poder Creador y transformar el Mundo en el que habita, sin tener que pagar por ello, y ser, al fin el honrado y humilde termino de Sentirse SER.
El fin no esta escrito, y el Universo no puede aniquilar-se a sí mismo, a una parte de su Organismo, a una parte de Familia, cuando los Hijos y Hermanos, estamos escribiendo nuestro camino solos, sin interferencias interestelares que ya nada pueden gobernar.
Ya es hora de Despertar. Pensamientos de un filósofo, gobernador de la mente y los sueños. Pensador del Universo Familia, y célula del Organismo Multi-Universal”.
(…)
Recuerdos del Tiempo y de la Memoria de un viejo Asoc.
Cienfuegos y Asoc.,…y el Despertar de la Conciencia
A día 5 de Enero de 2011.
A día 24 de la Sexta Luna del -2.
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